El pH del agua, en particular, juega un papel importante en el crecimiento bacteriano. Mantener un equilibrio de pH adecuado es fundamental, ya que los aumentos excesivos de la alcalinidad pueden crear un entorno propicio para el crecimiento bacteriano descontrolado, mientras que un entorno altamente ácido puede inhibir dichas poblaciones de bacterias.
Por lo tanto, es importante controlar de cerca las condiciones ambientales y tomar medidas preventivas para controlar el crecimiento bacteriano.
Cuando ocurre una fuga en el proceso, se introducen al sistema diversos reactivos químicos, aceites y otro tipo de sustancias para que sirvan como fuente de nutrientes que permita el rápido crecimiento de organismos contaminantes, además de regular la temperatura en el proceso.
El ensuciamiento biológico en los sistemas de refrigeración es el resultado del desarrollo y crecimiento de abundantes algas, hongos y bacterias, que dentro del sistema buscan el ambiente más favorable para crecer y reproducirse. La acumulación de estos organismos se conoce como limo bacteriano, y si no se controla su crecimiento se producirán problemas de corrosión e incrustaciones.
TIPOS DE MICROORGANISMOS
Los depósitos de hierro y la corrosión son productos metabólicos de algunas bacterias, llamadas “precipitadores de hierro”, que convierten las sales de hierro solubles en óxido de hierro, que no se disuelve y se deposita en las superficies metálicas, impidiendo que el hierro funcione.
Los efectos corrosivos de estas bacterias pueden alcanzar niveles alarmantes incluso con la presencia de inhibidores de corrosión, pH controlado y dosificación continua de cloro. El efecto de los biocidas sobre estos microorganismos se ve influido de dos maneras: por un lado, por la mayor dificultad de penetración de los productos en los depósitos donde se forman, y por otro, por la reacción del sulfuro de hidrógeno con el cloro. forma Forman sales de cloro, que no actúan como biocidas.
Son microorganismos que transforman el amoníaco en ácido nítrico con la con la consecuente disminución de pH y un ataque corrosivo general o localizado sobre superficies de acero y cobre.
Son hongos que se desarrollan junto con las bacterias, se alimentan de bacterias y esporas de otros hongos y tienen formas y colores variables, los filamentos se entretejen formando masas junto con otros depósitos biológicos. Dado que los hongos requieren oxígeno y humedad para poder desarrollarse, estos únicamente crecen en la superficie del espejo de agua y en cualquiera de las partes de madera del sistema causando putrefacción y descomposición de la misma.
Son una de las principales causas de problemas microbiológicos en los sistemas de enfriamiento, pueden estar en forma de masas flotantes o adheridas a la superficie. Para poder desarrollarse requieren humedad, aire y sol, por que suelen encontrarse en las parte expuestas del sistema, siendo las partes más susceptibles los empaques, eliminadores de niebla y charola de distribución, mientras que los principales efectos adversos son las formaciones incrustaciones que evitan una adecuada distribución del agua y provocan taponamientos de tubos y bombas, además de que las algas adheridas a las superficies metálicas aceleran la corrosión por picadura ya que el oxígeno es producto de su metabolismo y por otra parte incrementan la demanda de biocidas principalmente del cloro el cual se utiliza como oxidante de materia orgánica.
CONTROL DEL CRECIMIENTO MICROBIOLÓGICO
El control biológico consiste en evitar el crecimiento y desarrollo de los microorganismos existentes en el agua de enfriamiento, con el objeto primordial de evitar la manifestación de los problemas que estos ocasionan abatiendo así los costos de operación del sistema, más no con la finalidad de mantener el sistema estéril ya que esto es prácticamente imposible además de ser demasiados costoso e innecesario.
El control fundamental y más efectivo esta constituido por la adición al agua de enfriamiento de sustancias químicas que inhiben el crecimiento de los microorganismos de diversas formas, mejor conocidas como biocidas.
Los biocidas se pueden clasificar en dos grupos principales, biocidas oxidantes y no oxidantes.